Ikea. Los últimos diseñadores vÃrgenes.
01. Feb, 2013 - Francisco Cortes Rueda - ArtÃculos Profesionales, Diseño y creatividad
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Cuando vuelvan a Ikea miren. Hay muebles de todos los colores menos azules y amarillos. Mal que pese Ikea es el último paraÃso virgen del diseño. El diseño como oficio nace en el s.XIX con el objetivo de ajustar la forma de los objetos, hasta entonces manufacturados artesanalmente, para que puedan ser reproducidos masivamente por procesos industriales manteniendo su función y de este modo llegar a todas las capas sociales a un precio asequible. Productos que hasta ese entonces por realizarse manualmente o no llegaban a toda la sociedad o sólo podÃan tener acceso a ellos las clases altas por sus limitadas unidades y/o elevados costes. El diseño es un oficio de socialismo consumista que pone en manos del sediento un recipiente cilÃndrico para que beba y viva con la misma frescura que bebÃan y vivÃan quienes bebÃan de la repujada copa y por ello, la función y los costes de fabricación y venta están por encima de la forma. Parafernalias florales sustituidas por superficies lisas, ondulaciones sustituidas por rectas, azules y amarillos sustituidos por blancos inician una estética sobria que acaba por establecerse y establecer unos códigos visuales determinados por las escasas posibilidades técnicas de una industria que empieza, Códigos visuales que a dÃa de hoy nos acaban confundiendo.
Confunden porque un producto no es de diseño sólo porque lo parezca por fuera. Lo será en tanto que resuelva una necesidad básica de la sociedad a unos costes de producción que permitan su adquisión por la generalidad de las capas sociales. Y nos confunde a todos porque las formas planas, lineales, blancas que en un origen formaron la identidad visual de los productos considerados de diseño por las limitaciones de fabricación del momento, ya no son un parámetro para identificarlos en tanto que la indústria y la capacidad creativa han ido evolucionado de la mano, permitiendo a unos mismos costes otro tipo de parafernalias. Y al revés, la estética nacida de la racionalización de los primeros procesos productivos, sobria y escueta, ha tomado valor de arte y se paga. No es diseño y mucho menos modernidad. Eso es artesanÃa de la buena o si lo prefieren, diseño del malo.
Ikea empezará a poner color en sus muebles y formas onduladas cuando consigan (lo veremos enseguida) que sus procesos de producción tengan la capacidad para seguir fabricando a unos precios sociales. Como ikeÃsta eso espero del último paraÃso del diseño.
Pd: Los primeros encargados en ajustar las formas para ser reproducidas industrialmente fueron los ahora llamados ingenieros, los del famoso I+D, pero como dirÃan los adolescentes de hoy, dio como resultado unos productos mazo feos, y por tanto, faltos de competitividad que exigieron una nueva especialización o profesión, el diseño, el diseñador.
Pd: Productos que seducen (forma), que cubren una necesidad general (función) y que se pueden fabricar a costes bajos (precio) parece el sueño de toda empresa. Pues nada. Ya lo saben. Creen departamentos de diseño del bueno y complétenlo con ingenieros con alma de diseñador y tendrán su verdadero I+D: I-ngenieros + D-iseñadores.
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